Submitted by Servando Ortoll on 25 June, 2018 - 18:49
Me interesó Carl Lumholtz como viajero desde que supe de su existencia. No me había preocupado tanto por él porque la zona que visitó, según pude apreciarlo, era más al norte de la que me apasionaba. No obstante, lo mantuve en mente durante muchos años.
Submitted by Servando Ortoll on 21 June, 2018 - 21:03
Imposible olvidar las palabras del poeta brasileño Vinicius de Moraes cuando afirmó que la vida es una cosa seria. La del historiador-detective también. En este ensayo reitero cuán importante es para el historiador tener una visión equilibrada de lo que estudia. Explico con ejemplos cómo debe usar la imaginación histórica y, como parte de esto, acudir a más de un archivo.
Submitted by Servando Ortoll on 24 June, 2015 - 22:58
25 años hace que inicié la pesiquisa para un libro que parecía que moriría en su cuna. Originalmente lo preparé para un concurso nacional de historia regional. Uno de los jueces, a su regreso a Guadalajara, me llamó telefónicamente para felicitarme: mi obra era una de las 10 finalistas. Esto significaba que, si no llegaba a ninguno de los tres primeros lugares, al menos la publicaría Conaculta. Misteriosamente la obra no apareció como finalista y el lugar de mi libro lo ocupó otro.
Submitted by Servando Ortoll on 15 January, 2014 - 23:13
Los representantes del municipio de Guadalajara han estado muy activos en los últimos meses: clausuraron y multaron al menos en dos ocasiones a los propietarios de una casa sobre la calle Madero (entre Pavo y 8 de julio). ¿Las razones? Porque, según los mismos representantes, los dueños de la casa no se ajustaron a las cláusulas de su permiso, mientras la remodelaban. Nada importó que se esforzaran los dueños por guardar intacta la fachada de su casa. Con gran prontitud y aferrándose a las normas, las autoridades detuvieron las labores de remodelaje. Paradójicamente a unos pasos y por la misma acera, el 30 de diciembre de 2013 unos individuos demolieron casi por completo y en pocas horas una finca cuyos trazos arquitectónicos coincidían históricamente con los de la casa colindante. En el segundo de los casos y quizá por única ocasión, los representantes municipales llegaron a destiempo: cuando arribaron al sitio de los hechos, la fachada de la casa estaba sobre la acera. ¿Fue todo una coincidencia o parte de un acuerdo para destruir lo que quedaba de la finca en el momento "adecuado"? En lo que sigue va mi respuesta a una pregunta que, yo preferiría, fuera retórica.
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